Como ocurrió en la edición de los Oscar del  2019, alguna de las películas de más calidad nominadas del 2020 se encontraban, este año, en la categoría de Mejor película internacional. Porque, además de la magnífica película danesa, Otra ronda, que se llevó merecidamente la estatuilla en este 2021, también estaba Quo Vadis, Aida?. Presentada por Bosnia y Herzegovina devuelve a primer plano, dos décadas más tarde, la barbarie que supuso la Guerra de los Balcanes, que se desarrolló en pleno centro de la supuesta civilizada Europa, a tan sólo tres horas de vuelo de la capital de España, Madrid.

Bosnia, julio de 1995. Aida es una profesora que actualmente trabaja de traductora para la ONU en la pequeña ciudad de Srebrenica. Cuando el ejército serbio ocupa el pueblo, su familia, compuesta por su marido y sus dos hijos, están entre los miles de personas que escapan de la ciudad y buscan refugio en los campos de la ONU…

Filmada con sensibilidad e inteligencia, donde se intuyen más que se ven, los acontecimientos narrados, que provocan una gran inquietud. Así, la directora bosnia Jasmila Zbanic desvela unas horas cruciales en las que la ONU miró hacia otro lado y no estuvo a la altura de los acontecimientos a la hora de proteger a seres indefensos, algo que desgraciadamente no es la primera vez que ocurre. Una inacción que se traducirá en una carga de culpa que, se supone, arrastrarán algunos mandos de los cascos azules instalados en la zona que intuían la catástrofe humanitaria que se avecinaba. Y que Jasmila denuncia.

El relato, como ha dicho la directora, muestra como “Un día lo tienes todo y al otro día la mayoría de las cosas que conoces ya no existen”. La imagen de cuando Aida regresa a su casa, tras la guerra, y ha sido ocupada por alguien que suponía que había muerto toda la familia y se había apropiado sin pudor no sólo del inmueble sino de todas sus pertenencias nos recuerda lo acontecido con los judíos durante la Segunda Guerra Mundial…

De tal forma que el adjetivo más adecuado para definir el contenido de este film es que se trata de un drama desgarrador en el que la protagonista, con la que es muy fácil empatizar, es una mujer que se enfrenta impotente a la barbarie que se está cometiendo contra los habitantes de su pueblo y contra su propia familia. Ese papel está interpretado por Jasna  Djuricic, una actriz de rasgos faciales duros pero que realiza una actuación convincente.

Película imprescindible, que a pocos dejará indiferente, es un canto al amor familiar y a la valentía, y toda una advertencia sobre a lo que puede conducir la xenofobia y la intolerancia religiosa.

Para: los que les gusten los dramas inspirados en hechos reales. Los que no recuerden que ocurrió en la Guerra de los Balcanes