Remake libremente inspirado en el largometraje de igual título original, de 1991, que en nuestro país se tituló Le llamaban Bodhi. Un joven agente del FBI, experto en deportes de riesgo, se infiltra en el seno de una banda de delincuentes quienes, en la consecución de hazañas físicas rozando lo imposible, cometen todo tipo de delitos. Esa banda está comandada por un carismático jefe, a quien conocen con el nombre de Bodhi, que pronto incorporará a su equipo al joven agente, Utah. Este thriller de alto presupuesto que (quien se atreva) debe contemplarse en 3D, cuenta con secuencias visuales impactantes y un ritmo ágil, pero no profundicen más porque el resto de su contenido rebosa de una presunta filosofía barata que mezcla, en un coctel "descacharrante", respeto a la naturaleza, religiones tan ancestrales como desconocidas y retos deportivos. Así mismo, se sublima un heroísmo falso, cercano al mundo del comic, donde se comportan como unos auténticos "macarras" los integrantes de la banda de Bodhi, mientras que los diálogos parecen escritos por alguien después de fumarse un canuto de marihuana. Por tanto, mucha acción pero escasa emoción. Para: Los que vayan, simplemente, a ver las escenas impactantes. Juana Samanes