Los extraterrestres, en el cine, han atacado a nuestro planeta en multitud de ocasiones pero nunca utilizando, como en Pixels, videojuegos famosos de décadas pasadas. En los años 80, el adolescente Sam Brenner era un genio de las "maquinitas", muy admirado por sus amigos y siempre en liza con el prepotente Eddie "El Rayo fulminador". Décadas más tarde, Sam es un auténtico perdedor mientras se gana la vida como instalador de televisiones. Todo cambia cuando un peligroso enemigo del espacio quiebra la paz mundial (y está dispuesto a destruirla) mediante  reproducciones pixeladas de populares videojuegos "ochenteros" como PAC-MAN, Donkey Kong, Galaga, Centipede y los Space Invaders. Será entonces cuando  Sam se transforme en el auténtico líder de los "arcades" (jugadores de los antiguos videojuegos), los únicos capaces de luchar contra las extrañas criaturas animadas y salvar al mundo. A pesar de que al director Chris Columbus le debemos grandes éxitos de cine familiar como Solo en casa o las dos primeras entregas de Harry Potter, quien realmente se aprecia que ha tenido más peso en esta película es el actor cómico Adam Sandler, que no sólo la protagoniza y produce sino que ha contado con su habitual guionista, Tim Herlihy ( El aguador, Un papá genial, Mr. Deeds, etc)Por eso no resulta extraño que esta comedia de acción, dirigida presumiblemente a todos los públicos, tenga los habituales "toques" de comedia gamberra/grosera presentes en las comedias de Sandler. Los efectos especiales de esta película son bastante llamativos en secuencias como la pelea entre un PAC-MAN (comecocos) de 9 metros y los héroes que conducen  "fantasmas" (coches Mini Cooper de varios colores) o en el decisivo enfrentamiento de los "arcardes" dentro de un gigante videojuego de Donkey Kong. Como curiosidad, en esta entretenida cinta se hace una clara reivindicación  de los antiguos videojuegos frente a los actuales, porque defiende que eran menos violentos y   requerían más estrategia del  jugador. Para: Les hará mucha gracia a los "treinteañeros" nostálgicos de las "maquinitas" de los 80 Juana Samanes