¿El ser o aspirar a convertirse en artista justifica todo o casi todo? Lo reflexiono tras contemplar el fallido biopic sobre la pintora alemana Paula Becker, a la que la publicidad vende como una mujer "decidida a seguir sus propias normas". Nacida en el último cuarto del siglo XIX, y considerada una representante del movimiento expresionista de su país, mediante este  largometraje se describe, correctamente, el ambiente hostil de la época hacia el trabajo de  las mujeres artistas pero se centra  en la tormentosa relación amorosa que mantuvo con su marido, el también pintor Otto Modersohn, y su decisión de abandonar a su familia para dedicarse al arte en París. Una pareja curiosa  porque  Paula no quería vivir con él, pero pretendía que la mantuviera económicamente. Es decir, liberada…salvo en "la pasta". La presunta pasión la contemplamos en pantalla pero, fuera de ella, este filme no consigue transmitir ninguna emoción sobre la incomprensión y nula aceptación que tuvo la obra de Paula entre sus contemporáneos. Agota el trabajo de la gesticulante actriz, Carla Juri, que encarna a Paula y sobra clarísimamente metraje. Para: Los que tengan curiosidad por la atormentada vida de esta artista Juana Samanes