Los estudios y sus películas también tiene patria, y por ello mientras los estadounidenses han pospuesto el estreno de películas tan esperadas para  este verano, es el caso de Mulán, Tenet y la última de 007: No hay tiempo para morir, solo Santiago Segura se ha atrevido a estrenar en la fecha prevista, a pesar del “miedo” absurdo que la gente tiene a ir al cine,  Padre no hay más que uno 2. La llegada de la suegra, en concreto lo ha adelantado al pasado miércoles 29 y ya ha llevado al cine, en un solo día, a 460.000 espectadores. Recordemos que el pasado año la original Padre no hay más que uno se convirtió en la película española más taquillera, recaudando más de 14 millones de euros.

Centrándonos en la comedia, en Padre no hay más que uno 2. La llegada de la suegra, la familia numerosa de Javier se enfrenta a un nuevo reto cuando conocen que pronto nacerá un nuevo retoño. Las reacciones son diversas entre los miembros menudos pero la catástrofe se avecina ante la inesperada marcha de la asistenta Rosaura. Será entonces cuando aparecerá en escena “para ayudar” la suegra, quien demostrará tener sus propias ideas para llevar el mando de una casa.

La nueva comedia de Santiago Segura  cuenta con los mismos mimbres que la primera: gags continuos que impiden el aburrimiento, actores infantiles graciosos que protagonizan sus momentos de gloria, mensaje inequívoco a favor de la familia y, lo que se agradece más: un humor blanco donde no se escucha ni un taco,

Como en la primera, Segura está acompañado por su “esposa en la ficción”  Toni Acosta, la actriz de la sonrisa luminosa, y todo queda en familia porque sus hijas Calma y Sirena vuelven a repetir papeles, aunque a la menor (muy graciosa)  le ha dado mayor recorrido en su personaje. Al lado de esta pequeña vuelve a ser “la bomba” la niña Luna Fulgencio, que interpreta a Rocío, la hija que quiere “ser artista”. En el otro extremo la veterana actriz Loles León encarna a una suegra de “armas tomar” y una abuela bastante “blanda”.

Otro de los elementos recurrentes de Segura, tanto en las películas de Torrente como en estas comedias familiares, es introducir en pequeños cameos a grandes amigos, es el caso de Florentino Fernández  (que interpreta a un sacerdote bastante inocentón-tontón, único punto donde la película chirría un poco), José Mota, Lorena Berdún y un largo etcétera…La banda sonora de Roque Baños también “acompaña” muy bien todos los avatares.

Para: los que les gusten las comedias españolas de humor blanco. Los que les agradó la primera entrega