Narra la historia de cuatro amigos, durante cuarenta años, y describe sus sueños, decepciones, éxitos y fracasos, todo con un aire de nostalgia, algo que “bordan” los italianos.

Empezando en 1980, el viaje de Giulio, Gemma, Paolo y Riccardo refleja la imprevisibilidad de la vida tanto en lo personal como en lo profesional, mientras narra hechos fundamentales de la Historia de Italia.

El director y guionista de esa propuesta, Gabriele Muccino siempre busca en sus historias conmover reflejando la existencia y la personalidad de seres humanos que intentan responder a tres preguntas básicas: quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Anteriormente a esta película ha firmado otras muy populares como Siete Almas, En busca de felicidad y El último beso. De ahí que, aunque la película sea italiana, los temas que aborda sean universales y cualquiera puede sentirse identificado. Desde los romances que tienen en la adolescencia a los vaivenes profesionales que da la vida, sin olvidar las traiciones que en ocasiones ejecutan personas cercanas que nunca nadie hubiera imaginado. De argumento  similar a La mejor juventud, una miniserie que también arrasó en Italia hace unos años.  

Se agradece que la película sea sentimental, emotiva, pero nunca sensiblera y que las actuaciones sean correctas, aunque en ocasiones sea poco convincente que el mismo intérprete tenga encarnar a su personaje desde los veintipocos a los cincuenta años, por mucho que estén bien maquillados.

Un relato sobre amistad y amor no deja indiferente, más aún cuando aborda temas tan complicados como las separaciones, y el resentimiento llegando al odio que provoca en algún conyugue que le conduce a impedir que su anterior pareja vea a su propio vástago.

En Italia este film fue número uno, entre otras razones por esa mochila especial de recordar episodios que marcaron la historia reciente del país mediterráneo.

Para: los que crean que No es la vida la que pasa, sino nosotros la que pasamos por ella.