No cabe duda que el cine humanista viene de Oriente. Tras su magnífica De tal padre, tal hijo, el director japonés Hirokazu Kore-Eda nos ofrece este bello drama titulado Nuestra hermana pequeña. Tras la muerte de su padre, sus tres hijas mayores, fruto del primer matrimonio, viajan al entierro en el campo donde conocen a su hermana pequeña, que resulta ser una encantadora adolescente. Al tomarle cariño, y ser conscientes de su desamparo, deciden invitarla a vivir con ellas en la ciudad lo que resultará su mejor experiencia vital. Nuestra hermana pequeña fue galardonada con el Premio del Público en el último Festival de San Sebastián, algo nada extraño porque quienes hayan seguido la trayectoria de este cineasta nipón conocen su sensibilidad, en forma y fondo, su elegancia y los valores que transmiten sus películas. Para entendernos, en estos tiempos convulsos donde la maldad está presente en multitud de actos, sabe comunicar la bondad que anida en algunas personas, lo que provoca una grata sensación en el espectador. En esta ocasión ha sido adaptando la novela gráfica Umimachi Diary de Akimi Yoshida que, simple pero profundamente, narra los vínculos que unen a cuatro hermanas. En esta película no encontrarán estridencias, ni malos modos, sino mucha hermosura, bien plasmada fotográficamente por el director de fotografía Mikiya Takimoto, Para: Para personas sensibles que  disfruten con historias cotidianas y pausadas que apuestan por la bondad humana Juana Samanes