Ideal para un público femenino, esta comedia romántica, al igual  que  la maravillosa Vacaciones en Roma, de William Wyler,  narra la salida de incógnito de dos princesas. No obstante, la diferencia entre ambas películas es que, en esta ocasión, ficciona un episodio que ocurrió en la realidad: cuando la futura reina de Inglaterra, Elisabeth, conoció, de primera mano, cómo era el pueblo llano. Londres, 8 de mayo de 1945, la ciudad se prepara para celebrar el final de la II Guerra Mundial. En palacio, las jóvenes princesas, Elisabeth y Margaret, convencen a sus padres para que les dejen salir y disfrutar de la alegría con sus compatriotas, como dos chicas de su edad. Esa noche se convertirá, para ambas, en inolvidable. Todo es agradable, pero nada especialmente sobresaliente, en este relato que nos habla de dos chicas que han estado aisladas del mundo por su rango, dos muchachas acostumbradas a estar protegidas en tiempos difíciles y que, como los ciudadanos de a pie, tienen unos padres que se preocupan de sus actos. Con una puesta en escena perfecta, como es propio del cine británico, esta película de época ha sido dirigida por Julian Jarrold, un especialista en este tipo de largometrajes (es también responsable, por ejemplo, de La joven Jane Austen). No obstante, lo mejor de Noche real es la actuación de todo su reparto encabezado por la joven actriz canadiense Sarah Gadon, genial en  el papel de Elisabeth, muy divertida Bel  Powley como la "locuela" Margaret y fantástica la pareja que forman Rupert Everett y Emily Watson que encarnan a los reyes. Para: Los que les agraden las comedias amables y de buenos sentimientos Juana Samanes