Multipremiada en varios festivales de cine e, incluso, Goya a la mejor película europea (se presentó por Francia), Mustang conmueve cuando, desde el patio de butacas, asistimos sobresaltados a los atropellos que sufren sus cinco jóvenes protagonistas por el único hecho de haber nacido en esa parte del mundo que considera a las mujeres un sexo inferior. Cinco hermanas huérfanas, que viven en un remoto pueblo de Turquía, crecen en el seno de una familia obsesionada con su virtud. Un suceso inocente propiciará que la abuela, y el intransigente tío de las menores, fuercen un cambio radical en sus vidas lo que llevará aparejada la tragedia. La discriminación de la mujer en el mundo árabe, y las dramáticas consecuencias que de ello se derivan, se aborda de forma emotiva en este largometraje que indaga en el alma femenina con gran sensibilidad. Su joven directora, la turca Deniz Gamze Ergüven, pone el listón muy alto en esta su ópera prima. Tan sencillo como directo, este drama humano hace más por la lucha por la igualdad de la mujer, que cualquier proclama feminista, cuando asistimos a la represión que sufren esas chicas por parte de unos parientes que deciden ningunearlas y casarlas en bodas concertadas, que propician exploraciones de virginidad y todo tipo de humillaciones que nunca  practicarían si fueran varones. Y todo ello ambientado en la época actual. El relato está narrado en primera persona por Lale, la pequeña de las muchachas quien, educada  al modo Occidental, no se resigna a correr la misma suerte que sus hermanas mayores. Precisamente, la película ofrece algunas bocanadas de aire fresco cuando esta rebelde niña  busca una salida para huir de su amarga situación. Para: Los que quieran reflexionar sobre la situación de la mujer en el mundo musulmán y para los que les guste el cine de calidad Juana Samanes