La sorpresa llega a una familia de clase media japonesa cuando, en el día de su cumpleaños, la paciente y dulce esposa del patriarca cascarrabias le pide como regalo el divorcio. Esta petición producirá la incredulidad de este hombre y desembocará en toda una crisis mientras los hijos tratan de evitar lo que se vislumbra como una auténtica catástrofe. Nueva "joyita" del director japonés Yoji Yamada, especializado en narrar historias donde la humanidad de los seres que desfilan por la pantalla ocupan un primer plano. En este nuevo largometraje, en el que el fino humor queda patente desde el título, vuelve a trabajar con los ocho actores con los que contó, en el año 2013, en Una familia en Tokio pero hay que aclarar que no estamos ante una secuela de aquel éxito sino ante un argumento y unos personajes diferentes. Para los que hemos seguido la trayectoria de este genial director nipón (su denominada "Trilogía del samurái" es una obra maestra) no deja de asombrarnos que a sus 85 años Yamada siga siendo tan rabiosamente actual sobre los temas candentes que preocupan en la vida cotidiana. Aún más, lo que sorprende de esta comedia sobre relaciones conyugales es que en una sociedad tan tradicional como la nipona  sea una mujer anciana la que se rebele ante el comportamiento maleducado y la falta de detalles de su marido. Por tanto, toda la comicidad de esta película conlleva "un pequeño tirón de orejas" para todas aquellas personas egoístas, incapaces de valorar lo que tienen. Para: Todos aquellos que les gusten las películas amables con carga social bien dosificada Juana Samanes