Esta nueva revisión cinematográfica, del clásico literario de Gustave Flaubert, es correcta y ahonda en el tema de la insatisfacción, encarnada en el personaje de Emma Bovary. Una joven soñadora y romántica se casa con un médico rural. Pronto la sosegada  existencia en el campo se le hace insufrible  lo que le hace llevar una existencia por encima de sus posibilidades y buscar la pasión fuera del matrimonio, lo que  conllevará terribles consecuencias. Como en la novela homónima de Flaubert esta adaptación describe con detalles la vida monótona rural, algo opresiva para alguien con aspiraciones en sus relaciones personales, pero plasma con acierto el egoísmo, el desencanto y el hedonismo de la protagonista. A este respecto, una de las actrices de moda del momento, la australiana Mia  Wasikowska (a la que veremos la próxima semana en Alicia a través del espejo) realiza una excelente encarnación de Emma Bovary, a las órdenes de la directora Sophie Barthes. Una traslación que cuenta con una ambientación y vestuario muy adecuados y un reparto de campanillas en los principales papeles. Se estrena en España con dos años de retraso. Para: Los amantes de los clásicos literarios. A los que les guste la obra de Madame Bovary Juana Samanes