“Mi hija es esa clase de persona que merece la pena salvar”, así de contundente es el comentario que la madre de la familia Abbot hace a un antiguo vecino y amigo cuando su primogénita desaparece, porque la Tierra sigue siendo un lugar peligroso para sobrevivir, no sólo por los monstruos.  Esta secuela, sigue la historia de una familia que se ve obligada a vivir en silencio como única forma de subsistir ante la amenaza de unas cruentas criaturas ciegas que cazaban guiándose por el sonido.

John Krasinski  vuelve a inspirarse en el relato de Bryan Woods & Scott Becky para esta segunda entrega, con la tranquilidad de que con la primera ya conquistó al público. Como en aquella describe a unos personajes, tanto adultos como menores, que son capaces de sobreponerse al miedo para defender a sus seres queridos.  Acostumbrados a películas de terror “sin alma” donde las andanzas de sus protagonistas, poco o nada implican al espectador, en Un lugar tranquilo 2 logra que vibres con sus penalidades desde la primera escena. Como la historia, lógicamente, contaba con el hándicap de que ya no es original, está narrada con mucho suspense y tienen más peso  unas escenas de acción muy trepidantes donde los aspectos técnicos y visuales están resueltos de forma magnífica lo que conlleva que provoquen sobresaltos de esos que hacen saltar del asiento. Por ello, al  igual que los protagonistas de la trama, el espectador contiene la respiración durante todo el metraje desde la primera secuencia, con el añadido de que ahora  la familia Abott porta un bebé, un elemento que aporta más angustia.

Nuevamente se habla de una lucha soterrada entre el sonido y el silencio, donde el amor y el valor son capaces de ganar el pulso al miedo. Sin crear 'spoiler' hay una escena de la chica sordomuda que recuerda a San Jorge y el dragón.

Un lugar tranquilo 2 tenía que haberse estrenado en la primavera del 2020. Ha merecido la pena esperar.

Para. los que les gusten las buenas películas de terror, con mucho suspense.