Lo mejor para ella es un emotivo drama inspirado en hechos reales que sucedieron en la propia familia de Mike Binder, guionista y director de la película. De alguna forma esta película incide en los temas planteados por el clásico Adivina quién viene esta noche o por la reciente comedia: Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? Puesto que pone de  manifiesto que todavía existen prejuicios raciales (recíprocos y desde ambos lados). Elliot Anderson recibe el golpe más terrible de su vida cuando su esposa fallece en un trágico accidente de tráfico y tiene que afrontar, en solitario, la crianza de su única nieta, Eloise. Pero las cosas se le ponen más difíciles, cuando la abuela paterna de la niña, Rowena, reclama judicialmente la custodia de la menor. Se iniciará entonces un complicado pleito que sacará a la luz el pasado y los errores cometidos por ambas partes, en el que no faltará el toque étnico puesto que la niña, que es mestiza, se encuentra en medio de la disputa entre su abuelo blanco y su abuela negra. Si nada puede objetarse a sus intenciones ni a su mensaje conciliador y certero en asuntos como que el amor maternal es, muchas veces, ciego, no ocurre así con el desarrollo narrativo de este filme que se resiente de ciertos altibajos en su ritmo y, sobre todo, de su excesivo metraje (120 minutos). Para: Los que les gusten las tragicomedias con mensaje positivo Juana Samanes