La búsqueda de nuevos argumentos para películas de terror, de tanto éxito entre los adolescentes, y, por qué no decirlo, la creciente presencia de hispanoamericanos en Estados Unidos puede encontrarse en la traslación al cine de una popular leyenda del Sudamérica: La llorona, que ya conoció versiones anteriores.   

Una asistente social que ha asistido a la muerte violenta de dos niños, de una familia a la que hacía seguimiento, no acaba de creer a la madre de ellos cuando le anuncia que el espíritu malvado de La Llorona irá ahora a por sus propios hijos. Ante unos sucesos paranormales y angustiosos, pedirá ayuda a la Iglesia y luego a un curandero.    

El mismo guionista de dos films de terror que merecen la pena: Anabelle e It, Gary Dauberman, escribe este relato de terror, que tiene un recorrido argumental sencillo, lo que se traduce en una buena “ración” de efectos visuales y sonoros que tienen el objetivo de provocar el sobresalto de la butaca, y lo consiguen, pero que no aportan nada nuevo al género. Se abusa de “enseñar” demasiado a la criatura maligna, que parece un calco de la que salía en La Monja, y ya se sabe que el terror que más asusta es el implícito, también llamado psicológico. 

Los que quieren leer entre líneas han querido encontrar una denuncia subliminal a la política de Donald Trump en materia de inmigración, puesto que La Llorona quiere separar a los hijos de su madre. Algo que parece demasiado traído por los pelos. Más real resulta la crítica a la Iglesia católica, a la que se acusa de burocracia para atajar los problemas de forma rápida y que también encierra una denuncia cuando el curandero de esta película, que en el pasado fue sacerdote, afirme: “Creo en Dios pero no en la Iglesia”. 

El guiño curioso de la cinta es la presencia del mismo sacerdote de Annabelle, algo que se explica porque ambas películas tienen el mismo guionista, de ahí que nos atrevamos a presagiar que, en el futuro, pueden converger ambas historias.

Para: los que les gusten las películas de terror tengan la calidad que tengan