Ambientada en las Navidades del año 2017, se trata de una comedia romántica sobre una joven, Kate, que no deja de “meter la pata” desde hace un año, cuando ocurrió algo trascendental en su vida y quedó totalmente descolocada. Así, deambula por Londres buscando un sentido a su existencia hasta que conoce a Tom, un joven de gran corazón que le cambia la percepción de las cosas y de sí misma.

Una canción muy popular de George Michael, Last Christmas, fue el elemento inspirador para el relato entre cuyos guionistas se encuentra la también actriz y directora Emma Thompson, por deseo expreso del compositor. Su argumento, con tintes solidarios pero de tarjeta postal, resulta forzado en algunas situaciones y personajes, a la par que previsible. Es decir, no está a la altura del inolvidable tema musical navideño.

Dirigida por Paul Feig, responsable hace unos años de La boda de mi mejor amiga, plasma en su desarrollo, de forma frívola, algunos asuntos sociales y políticos actuales como la llegada del Brexit y las consecuencias que puede provocar en una sociedad multirracial. Y se insinúan otros como la obsesión por la eterna juventud y, también, el narcisismo.

La actriz Emily Clarke, archifamosa gracias a su encarnación de Daenerys Targaryen en la serie televisiva Juego de Tronos, se luce con uno de sus talentos innatos: el de la música, pero además cambia aquí su registro interpretativo metiéndose en la piel de una joven insatisfecha con la vida, que trabaja en una tienda de regalos navideños, por lo que lleva como atuendo un traje de elfo.

Como es habitual en las comedias románticas, el gracejo de la historia lo aportan los personajes secundarios, pero en este caso no han acertado demasiado debido a que la madre de la protagonista, encarnada por Emma Thompson, resulta exageradísima y poco creíble como inmigrante yugoslava, mientras que la propietaria de la tienda de regalos navideños, interpretada por la gran actriz asiática Michelle Yeoh (inolvidable en Tigre y Dragón), defiende un papel agradable pero no demasiado cómico.

Para: los que vean todas las comedias románticas que se estrenan.