"El que tuvo, retuvo", y lo que en manos de otro director con menos experiencia, y menos preocupación por temas con calado, hubiera sido un filme de terror modesto en manos del cineasta  de origen indio, Night Shyamalan, se convierte en una película con mensaje. Con una puesta en escena modesta pero resolutiva, La visita tiene como protagonista a    Becca y Tyler, dos adolescentes despiertos y simpáticos que son enviados a pasar una semana con sus abuelos, a los que no conocen por el distanciamiento que mantiene con ellos (desde hace 15 años) su madre, una mujer infeliz abandonada por su marido. Becca, una aspirante a cineasta, se toma la visita como una gran oportunidad de lograr la reconciliación familiar a la vez que pretende hacer un trabajo documental. Por su parte, su hermano pequeño, un rapero aficionado, lo único que quiere es pasar una semana divertida. Ni la una ni el otro podrán cumplir sus planes como deseaban  cuando descubren que algo inquietante ocurre en la granja aislada del mundo donde viven sus abuelos, puesto que éstos tienen un comportamiento raro y dan un poco de miedo… Shyamalan es lo suficientemente inteligente para no hacer con La visita un filme tópico de casas encantadas sino que se involucra en las consecuencias humanas que provocan el abandono o el rencor. Es decir, en esa línea ha escrito y dirigido un largometraje de terror real. Lo curioso es que todos los acontecimientos de esta película los  contemplamos siempre a través de la cámara de la joven Becca o, lo que es lo mismo, está rodada a modo de documental y narrada en primera persona. Como anteriores "experimentos" de esta índole como La bruja de Blair o Paranormal activity el objetivo que perseguía el director, según ha confesado, es dar más autenticidad a lo que vemos por la pantalla. Para acentuar esto también optó por la ausencia de banda sonora. En esa línea de intentar mostrarnos un terror más real puede entenderse la elección de actores que no son estrellas como Kathryn Hahn (que interpreta a la madre de los chavales) pero que resultan convincentes siempre en sus papeles. Para: Los que piensen que el cine de terror también puede encerrar mensajes serios y no sólo provocar sobresaltos Juana Samanes