En el año 1887 llegó a Inglaterra Abdul Karim, un humilde joven indio encargado de participar en el Jubileo que celebraba  los 50 años de reinado de la soberana británica. El encuentro entre ambos se saldó con una insólita  amistad que fue la comidilla de la Corte puesto que este "sirviente" se convirtió en su secretario, profesor y consejero espiritual. La carismática personalidad de la reina Victoria I de Inglaterra y, todavía más, su largo reinado (de 64 años) han dado lugar a un buen número de películas que han recordado diversos capítulos de su vida sentimental. Ahora nos llega una de las más divertidas pero también de las más amargas. Con un humor ácido e inteligente arranca este relato cinematográfico que descubre un capítulo bastante desconocido de la vida de la famosa monarca. En el mismo se critica el racismo imperante en la encorsetada corte inglesa de finales del siglo XIX, pero también se lanza el guante al espectador para que dilucide, por sí mismo, la extraña relación que mantuvo la anciana soberana con ese joven que provocó no pocas situaciones inoportunas. Si la primera hora de la película Frears logra un producto fresco y divertido, poco a poco, los entuertos que provocó la reina por  su favorito, entre lo estrambótico y  lo ridículo, rebajan la credibilidad de los acontecimientos que contemplamos. Judi Dench, que repite el mismo papel que encarnó en Su majestad Mrs. Brown, de John Madden, en el año 1997, está espléndida y la puesta en escena está cuidadísima. Para: Los que les guste el cine británico Juana Samanes