Sensible y elegante película, de la directora catalana Isabel Coixet, sobre el amor a la lectura. Supone la adaptación cinematográfica de la novela del mismo título de Penélope Fitzgerald, una novelista británica fallecida en el año 2000, considerada por algunos la Jane Austen del siglo XX. Una joven viuda, Florence Green, decide, a finales de los años 50, abandonar Londres y abrir una librería en el pueblo inglés de Hardbourough. Poco a poco, con dificultades y escasas amistades, va cuajando el negocio. No obstante, la faceta emprendedora de esta mujer y su determinación le granjearán la enemistad de una de las fuerzas vivas del pueblo: la intrigante Violet. Los hechos que se relatan en este drama  son cotidianos y los personajes tan humanos que pudieran ser nuestros propios vecinos, y ahí reside el encanto de la novela y la película. Porque, formalmente  todo es  tremendamente "british" en este relato cinematográfico y, al mismo tiempo, su contemplación y las reflexiones que provoca, son  extrapolables a otros ámbitos, ya que encierra la lucha del fuerte contra el débil  y, fundamentalmente, la idea potente de que la lectura, la cultura, hace más libre a cualquier individuo, de ahí el interés de los poderosos por acallar cualquier conato de rebeldía de aquellos a los que controlan. Isabel Coixet ha logrado un duelo interpretativo entre dos actrices formidables: Emily Mortimer, inolvidable en Mi querido Frankie o La invención de Hugo, y Patricia Clarkson (Los intocables de Elliot Ness, Last Weekend), a las que acompaña Bill Nighy (Love Actually), éste último interpretando a un aristócrata caballero que se convierte en el principal amigo de la protagonista. Para: Los que les gusten las películas bonitas. Para cualquier buen lector, que se sentirá identificado con la protagonista en el placer que experimenta por la lectura  Juana Samanes