Carlo y Giulia, un matrimonio con tres hijos que roza la cuarentena, se encuentra en un momento complicado de sus vidas porque, aunque Giulia decidió años atrás dejar su trabajo para dedicarse al cien por cien a sus hijos, percibe como esa decisión ha convertido a su marido en un comodón, que no se preocupa en absoluto ni del cuidado de sus vástagos ni de su casa, de ahí que Giulia decida irse de vacaciones a Cuba con su hermana para “destresarse”.

Tras contemplar 10 días sin mamá queda claro que a nuestros vecinos italianos les preocupan los mismos temas familiares que a los españoles. Uno de ellos, la conciliación en el hogar traducida en que los varones se involucren el cuidado de sus hijos y las tareas domésticas tanto como sus mujeres. No obstante, en esta película se incide en que todo es posible cuando hay verdadero cariño entre los cónyuges. De ahí que esta comedia familiar, de argumento sencillo y simpático, sea recomendable para todos los públicos, por su mensaje positivo. En el fondo todo es amable.

10 días sin mamá puede criticarse porque, como otras comedias, resulta previsible argumentalmente, sin embargo las situaciones que plantea no están alejadas de la realidad y las soluciones que ofrece tampoco. ¡Hay que ponerse las pilas! Los gags humorísticos derivan de las situaciones que se le presentan  al padre,  bastante ignorante sobre la problemática de cada uno de sus vástagos.

La película se estrena dos meses antes que la última comedia de Santiago SeguraPadre no hay más que uno cuyo argumento es una especie de remake “a la española” de 10 días sin mamá.

Para: los que les gusten las comedias amables y quieran sonreír

 

                                                                               Juana Samanes