Inspirado libremente en varios relatos de la premio Nobel de Literatura, Alice Munro, Almodóvar vuelve a retomar el mundo femenino, tal como él lo concibe, para plasmar un drama intenso donde no hay hueco para la alegría sino para la soledad y el dolor. La sufridora de esta historia es Julieta, una mujer madura a quien la desaparición voluntaria de su hija le ha amargado la vida, una existencia que ya conocía antes la pérdida. Tanto es así que la mala suerte parece perseguirle porque, cuando tiene un romance serio y piensa mudarse a otro país, un encuentro fortuito de alguien del pasado traerá a su adormecida memoria recuerdos que creía olvidados. Como en anteriores películas suyas como Volver o Tacones lejanos, se vislumbra un tema recurrente en la filmografía de este cineasta español: la relación entre madres e hijas, donde abundan los secretos, los desencuentros y los silencios. Es cierto que ahora Almodóvar pretende jugar en la división del drama contenido, pero "la cabra tira al monte" por lo que es incapaz de desentenderse de su personal estilo, por lo que rompe el desarrollo dramático (marcado desde los primeros instantes) cuando introduce en el relato al personaje interpretado por Rossy de Palma, quien parece una reencarnación manchega del ama de llaves de la hitchconiana Rebeca. En ese orden de cosas, la carnalidad impregna casi todas las relaciones personales. Así, el manchego parece que no puede comprender que un hombre y una mujer que mantienen una amistad desde la infancia no necesariamente deben tener contactos sexuales o que dos adolescentes, con gran afinidad, no por ello deben irresolublemente vivir una relación lésbica. Es cierto que, para los no aficionados al cine "almodovariano" Julieta despliega una tragedia llevadera, con menos estridencias  argumentales de las acostumbradas (aunque hay algún pequeña salida formal y de diálogos). Todo ello narrado de forma epistolar por  la doliente  protagonista (encarnada en su juventud por Adriana Ugarte y en la madurez por Emma Suarez). Por cierto, totalmente innecesaria en la película la subtrama del padre infiel. Para: Los que les gusten los dramones. Agradará a los seguidores de Almódovar Juana Samanes