Posiblemente, a priori, a muchos no les sonará el nombre de Todd Phillips pero les situamos rápidamente si desvelamos que es el director de la conocida franquicia de Resacón. En Juego de armas apuesta por una historia basada en hechos reales sobre  tráfico de armas, que tiene puntos muy humorísticos, pero que no puede definirse como una comedia gamberra al uso. Dos jóvenes ambiciosos, e insensatos, de Miami Beach, se convierten, de la noche a la mañana, en suministradores de armas del ejército estadounidense. Narrada con un ritmo ágil, y muy entretenida en su desarrollo, aprovecha para denunciar no sólo el incorrecto sistema de adjudicación de contratos que tenía el Ejército estadounidense, sino para retratar a unos individuos amorales cuyo único objetivo era conseguir dinero rápido. La película muestra todo con un humor muy satírico y deja en bastante mal lugar al país considerado como el guardián del orden mundial. En primer plano la descripción de los avatares, y turbulencias, de una relación de amistad. Casualmente todo esto ocurrió en la etapa Bush no, por supuesto, en la del políticamente correcto Obama, al que adoran las estrellas americanas y al que suponemos nunca veremos criticar en el cine. El nominado al Jonah Hill (por su papel en El Lobo de Wall Street) y Miles Teller (Whiplash)  encabezan un reparto donde la actriz cubano-española Ana de Armas tiene un destacado papel. Para: Los que quieran ver una película muy entretenida Juana Samanes