Tiene cierta gracia que haya sido un filipino, el director y guionista Paolo Dy, el que haya trasladado al cine la apasionante vida del español Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Nunca lo tuvieron fácil los santos y eso es palpable en este acercamiento bastante innovador a la figura de Ignacio de Loyola que, sin embargo, es muy ortodoxa en el apartado espiritual. Un biopic donde no faltan los elementos oníricos (algunos innecesarios) y donde se describe toda la vida de este gran hombre: desde sus primeros pasos en el Ejército como su conversión durante la convalecencia que le postró en cama tras ser herido en combate. Pasional y luchador, en el mismo se transmiten momentos delicados de su vida, como sus problemas con la Inquisición, las tentaciones que sufrió e, incluso, sus primeras andanzas como un hombre mujeriego. ¿Qué flojea en esta película? Pues cuestiones de forma debido a su bajo presupuesto, un ejemplo: la puesta en escena de las secuencias de batallas (como el asalto de Pamplona) es realmente pobre. Para: Los que les interese la figura de Ignacio de Loyola Juana Samanes