Segundo enfrentamiento en pantalla de Godzilla frente a King Kong. El primero fue en la película nipona de Ishirô Honda, del año 1963, que es una secuela de Godzilla: Rey de los monstruos (2019) puesto que incluso repite personajes como el de Madison Russell, interpretado por Millie Bobby Brown, la niña de la miniserie televisiva ''Stranger Things''.

La acción nos traslada hasta la Isla Calavera, donde científicos de Monarch supervisan la seguridad de Kong dentro de un enorme biodomo, pero el enorme simio no es feliz en esa “jaula de oro”, solo una niña, nativa de la isla, es amiga del monstruo. La visita del geólogo y cartógrafo, Dr. Lind, propone una solución audaz: trasladar a Kong al único lugar en el que podría sobrevivir, la legendaria Tierra Hueca. Ese viaje, además, comportaría localizar una misteriosa fuente de energía descubierta por la compañía de tecnología APEX con la esperanza de usarla para poner fin a Godzilla que, tras un trienio de tranquilidad, ha destruido por sorpresa unas instalaciones de esa empresa. Por su parte, Madison Russell, convertida en una jovencita ecologista empeñada en defender a Godzilla, se alía con un ingeniero “frikie” conspiranoide que quiere descubrir por qué la criatura marina ha vuelto a atacar.

Hay un dicho popular que viene a decir “demasiado tomate para dos huevos fritos”, y esa es la impresión que produce esta propuesta de “cine palomitas” puesto que, en su afán de rellenar dos horas de metraje, han introducido una subtrama, la de joven ecologista y su carrera hacia delante para salvar a Godzilla, que era totalmente innecesaria salvo por el tirón popular que posee la actriz que interpreta este papel, la mencionada Millie Bobby Brown..

El desarrollo argumental de Godzilla vs. Kong es más de lo mismo, respondiendo a la demanda de los seguidores de este tipo de películas de KaijuEiga, entendido como cine de monstruos muy aplaudidos en Japón. En las mismas lo que destaca son escenas vistosas de enfrentamientos entre dos titanes como Kong y Godzilla, aquí en escenarios como el mar o la ciudad de Hong Kong. A lo que se unen secuencias espectaculares de paisajes y monstruosas criaturas que transcurren en la Tierra hueca, una nueva revisitación de Viaje al centro de la Tierra.

De tal forma, que el mensaje que subyace en ésta y otras películas similares sobre científicos locos y ambiciosos empeñados en cambiar la naturaleza y convertirse en los amos del mundo, queda totalmente sepultado por una trama entretenida, pero con demasiados hilos argumentales. Una de las que merece la pena es  la relación de la niña nativa con Kong, con el que se comunica mediante el lenguaje de signos. Esa menor, de rostro encantador y expresivo, ha sido interpretada por  Kaylee Hottle, sorda en la vida real como en la película, que resulta ser el puntal emotivo de este largometraje de aventuras.

Estrenada el pasado viernes en cines de toda España, ha tenido en taquilla una buena acogida; la segunda mejor apertura postconfinamiento.

Para: los que conciban el cine sólo como espectáculo.