Un impresionante y emocional film sobre la carrera espacial

El 20 de julio de 1969, entre la admiración y la incredulidad (muchos pensaron que era un montaje), millones de ciudadanos de todo el mundo asistieron en directo, a través de la pequeña pantalla, a la llegada del primer hombre a la luna. El joven director Damien Chazelle, ganador hace dos años de seis Óscar gracias a su bonito musical La La Land. La ciudad de las estrellas, ha sido el encargado de llevar a buen puerto esos acontecimientos históricos y esa misión de la NASA (la del Apolo 11), poniendo el punto de mira en el comandante Neil Armstrong durante el periodo comprendido entre los años 1961 y 1969.

Relatado en primera persona, y con muchas tomas subjetivas que nos hacen vibrar sintiendo lo que estos navegantes de los cielos padecen dentro de esos cohetes, la película supone un viaje emocional para los espectadores, a la vez que se sitúa como la mejor película que se ha realizado hasta la fecha sobre la carrera espacial. Basada en la novela de James R. Hansen, First Man es un claro homenaje a todos aquellos que dejaron su vida en este proyecto espacial, y a sus familias que sufrieron como nadie por ello.

Como en La La Land, Chazelle ha contado como protagonista con el actor canadiense Ryan Gosling, que se mete en la piel de un personaje que le va como anillo al dedo porque, al menos ante la prensa, es tan calmado e introvertido como era el comandante Armstrong; mientras Clara Foy, inigualable encarnando a la soberana Elisabeth II en la multipremiada serie televisiva The Crown, realiza una actuación portentosa. Los pesares que viven como matrimonio por el estrés del trabajo de él traspasan la pantalla, dando lugar a escenas impresionantes. Porque este drama ahonda en lo que conlleva el precio del triunfo y, en el caso del astronauta, el sacrificio personal que supuso esa gesta para ese hombre y su familia,

Para: los que quieran ver cine de calidad