Con una mirada inteligente esta comedia dramática ofrece una curiosa visión del choque de culturas. Lo consigue trasladando a la gran pantalla el best seller de Dave Eggers, Un holograma para el rey. El famoso actor Tom Hanks encarna a un ejecutivo americano, Alan Clay, que laboralmente pasa malos momentos y a quien su empresa envía a Oriente Medio a cerrar un negocio con el rey saudí. Más en concreto su misión consiste en venderle un revolucionario sistema de comunicaciones mediante hologramas. Lo que en principio se vislumbra como un viaje de negocios "exótico" pronto se convierte en una verdadera odisea cuando las costumbres locales ponen a prueba su paciencia, al mismo tiempo que la burocracia de ese país parece una actualización del "vuelva usted mañana", de nuestro literato Mariano José de Larra. Esperando al rey es una de esas películas que sugieren más que muestran. Varios ejemplos, la dictadura de ese régimen se resume en un comentario que el ingenioso taxista-guía le hace al americano: "esa es la plaza de las ejecuciones" o  cuando, en un edificio de lujo en construcción, el protagonista es testigo de la miseria en la que habitan los trabajadores del mismo, claro reflejo de este régimen clasista e intransigente con las minorías. Por otro lado, la parte emotiva se describe en los mensajes que este hombre envía a su hija sobre lo que está luchando por sacar adelante este proyecto para poder costearle sus estudios universitarios, lo que nos circunscribe a los tiempos actuales donde conseguir un trabajo digno es una verdadera proeza. Sin embargo, el director alemán Tom Tykwer, que en este filme también es responsable del guión, suponemos que adaptando fielmente el texto literario al final, se decanta por un desenlace casi de cuento que dejará a más de un espectador sorprendido. Para: Los que les gusten las comedias dramáticas diferentes Juana Samanes https://www.youtube.com/watch?v=xAIWgGFs68g