La crisis de los refugiados sirve de excusa al director polaco Jacek Borcuch para elaborar la tesis de este film, su protagonista es un personaje ficticio, la ganadora del Premio Nobel de Literatura,  Marie Linde, a la que describe como una mujer ya cercana a la ancianidad. que vive junto a su familia en la cálida Toscana y es infiel a su marido con un joven egipcio, al que dobla en edad. Envalentonada por lo que ve a su alrededor pronuncia un polémico discurso que convulsiona a la sociedad italiana y europea.

Hay directores que juegan a provocar, y en ese apartado podríamos colocar a Jacek Borcuch, quien en su afán de criticar a Europa por su trato a los refugiados elabora unas teorías bastante discutibles que pone en boca de la protagonista de esta historia.   De hecho, desde las primeras escenas de la película, esta mujer resulta antipática a pesar de que se la intenta presentar como una persona atractiva pero muy liberal en sus formas de actuación.

Este drama, como tantos otros, defiende que un artista, por el hecho de serlo, está por encima del bien y del mal, algo discutible y, en cualquier caso de un cretinismo feroz.  

Se puede estar de acuerdo que el viejo continente ya no es el referente moral de nadie, pero tampoco justificar que culturas intolerantes de otros países nos pueden dar lecciones de nada.

Para: los que quieren contemplar una película que suscita debates... sí o sí.