El director mexicano Alejandro González Iñárritu, ganador el pasado año de cuatro Oscar con Birdman, cambia totalmente de registro con El renacido, no sólo porque mira el pasado de EEUU sino porque aborda una bellísima relación paterno-filial y una historia de  redención. Esta intensa aventura de supervivencia recuerda la historia de un personaje real: Hugh Glass, que protagonizó unos épicos acontecimientos en el ignoto y salvaje Oeste de comienzos del siglo XIX. En el año 1823, este legendario explorador, Glass (Leonardo DiCaprio), participa en una expedición por tierras vírgenes cuyo objetivo es conseguir pieles para ese lucrativo comercio. Un día de faena, el grupo de tramperos es sorprendido y ferozmente atacado  por los salvajes indios Arikara y sólo algunos logran escapar de sus mortíferas armas, entre ellos Glass y su hijo, un mestizo fruto de una relación amorosa con una indígena americana. En el arriesgado regreso al fuerte, este hombre resulta brutalmente herido por un oso, por lo que es abandonado a su suerte por sus propios compañeros de cacería…Moribundo, y totalmente solo, este individuo renacerá de entre los muertos, y recorrerá cientos de kilómetros gracias a su indómito espíritu, para vengarse del  hombre que le traicionó: John Fitzgerald (Tom Hardy). Igualmente descubrirá que la bondad del hombre no reside en el color de su piel. Con un tono de western crepuscular, y basado en una exhaustiva novela de investigación de Michael Punke, Iñárritu ha manifestado que lo que le atrajo de esa gesta de Glass es la parte metafísica: "¿Quiénes somos cuando nos hallamos completamente despojados de todo? ¿De qué está hecho el hombre y de qué es capaz?"… E incluso llega más allá, en un par de escenas cortas, en su relación con la Naturaleza y en la percepción de Dios como creador de todo. La película, muy realista y con escenas muy brutales, podría ser calificada como remake de El hombre de una tierra salvaje, de Richard C. Sarafian pero supera a ese meritorio filme tanto en la trascendencia de su contenido como en su excelente forma de estar rodada. Para: Los que les gustan las historias de gestas inolvidables, aunque contengan escenas brutales Juana Samanes