Continúa la moda de versionar películas de éxito de otra nacionalidad. En esta ocasión le toca el turno a la comedia francesa El nombre, que podemos ver ahora "a la italiana". Cinco amigos se reúnen en lo que se presupone será una cena entrañable y divertida. En ese contexto, el gracioso del grupo les comunica que va a ser padre y que el nombre que ha pensado para su futuro vástago es Benito. Las connotaciones políticas que ese nombre tiene para la pareja de izquierdas (por lo de Mussolini) dará paso a una discusión que sacará a la luz verdades salvajes que nunca se han pronunciado entre ellos… Como en El nombre, en esta comedia se pone "en solfa" todo: se carcajea de las convicciones políticas, del clasismo, de la falta de sinceridad entre algunos amigos o del egoísmo que reina en algunas relaciones de pareja. No obstante, este remake se desmarca del original en dos cuestiones: es más dramática y menos teatral (de donde era originario el argumento) puesto que, en esta ocasión, la acción, que transcurre durante esa cena, está trufada de flash-back donde vemos momentos del pasado de la infancia y adolescencia de esos amigos. Si la primera media hora resulta algo mareante por el movimiento de cámara incesante, que pasa de un amigo a otro, la película provoca un mayor interés en los últimos 45 minutos, que son un recital de excelentes interpretaciones de su elenco coral. Para: Los que no vieron 'El nombre' o, simplemente, les guste el cine italiano entretenido Juana Samanes