Uno de los escenarios y leitmotiv de este agradable filme es un lugar tan excepcional como el Museo de Historia Natural de Nueva York, que ya brindó buenos momentos al público menudo gracias a la trilogía de Noche en el museo. Rose y Ben  son niños de dos épocas distintas que buscan su lugar en el mundo y que hacen todo lo posible para descifrar el secreto que ha marcado sus vidas. La primera vive en 1927 y el segundo cincuenta años más tarde. Así, Ben sueña con el padre que nunca conoció, mientras Rose está obsesionada por una famosa  actriz. Ambos inician una singular búsqueda. Los miedos que sienten los niños respecto al mundo de los adultos es un tema recurrente en las obras del escritor e ilustrador Brian Selznick, del que muchos nos asombramos por su increíble imaginación gracias a  La invención de Hugo, llevada al cine por el director Martin Scorsese en el año 2011. Selznick regresa al séptimo arte haciendo el guión de otro libro suyo: "Maravillas", adaptado al cine por Todd Haynes (Lejos del cielo), en su primera incursión dedicada a todos los públicos. Se trata de un bonito cuento, en fondo y forma, recreado visualmente en blanco y negro y color según la época que se trata. La creativa faceta de ilustrador de Selznick se palpa a cada paso, consiguiendo englobar en su relato sensaciones con toque mágico, permitiéndonos creer que todo es posible. De metraje demasiado extenso, su argumento no llega a estar tan bien cerrado porque deja en el aire muchas incógnitas sin resolver sobre los personajes anhelados: un ejemplo, no se aclara por qué el padre de Ben se alejó de su familia o si la responsable fue el "alma libre" de la bibliotecaria del pueblo, es decir, su madre. Para: Los que les gusten las películas amables Juana Samanes