Acercamiento a la figura de la adolescente pakistaní llamada  Malala Yousafzai, que recibió el Premio Nobel de la Paz en el año 2014, debido a su destacada defensa por la educación de las jóvenes de todo el mundo.   Era un merecido reconocimiento a la lucha de esta chica valiente que, con tan sólo 14 años, sufrió un atentado talibán que estuvo a punto de costarle la vida. Ahora, su historia ha sido trasladada a imágenes en este documental  dirigido por  el respetado realizador Davis Guggenheim. De carácter alegre y con mucho sentido del humor, a través de los testimonios de la propia Malala, y su entorno familiar, se narra su infancia, marcada por un omnipresente padre que siempre defendió la importancia de la educación sin distinción de sexos;  su amor por su país y los acontecimientos anteriores al atentado. Resulta muy acertado que, para introducir ciertos aspectos del relato, se haya utilizado una sencilla pero resolutiva animación, que acompaña a imágenes documentales. A pesar de ser un retrato excesivamente laudatorio, este largometraje interesa porque es difícil no sentir admiración por esa jovencita que, como manifiesta, tuvo que hacer, en su país de origen, una elección entre callar o plantar cara y se decidió por esta última faceta. En un mundo donde quedan pocos héroes, merece la pena que se acerquen a una sala de cine para conocer, en primera persona, a esta chiquilla que ha sabido perdonar a quienes intentaron arrebatarle la vida. Para: Los que les guste conocer, de primera mano, la figura de Malala Juana Samanes