No es un encuentro entre dos civilizaciones, sino entre dos auténticos personajes: León Lafuente es un taxista español siempre enfadado, hasta “las cejas” de deudas y con un hijo a punto de llegar al mundo. Por el contrario, Diego Manfredi, es un atractivo argentino, todo un embaucador que acaba de salir de la cárcel precisamente por intentar estafar. Ellos dos, junto con Sandra, una joven “de pueblo” que quiere escapar de su monótona vida, y de su próxima boda, encarnan a tres auténticos perdedores, tres desesperados que se embarcan en el loco sueño de encontrar oro en los túneles de Gibraltar.

Comedia de aventuras que, salvo la primera secuencia, es de humor blanco. Más de sonrisa que de carcajada, el argentino Alejo Flash, director y coguionista, quería recuperar el espíritu de las denominadas “buddy movies”, películas que giran sobre la amistad entre hombres, aunque en esta ocasión, en un principio, mantendrán discrepancias. Junto con Fernando Navarro ha escrito una sucesión de escenas surrealistas, no acaban de funcionar todas, a algunas les falta gracia pero, en su conjunto, la película es entretenida.

Dos actores populares de ambos lados del charco, Dani Rovira y Joaquín Furriel, poseen química en su trabajo.

Son muy divertidos los diálogos en “spanglish” de los que hacen gala dos policías “llanitos” y están bien rodadas, con buenos especialistas, las escenas que discurren en la carretera. 

Para: los que les gusten las comedias españolas