Revisión actualizada  de la conocida parábola de "El hijo pródigo", que no oculta su claro contenido catequético desde su arranque, cuando se menciona el capítulo y versículo de ésta: Lucas 15; 11-32. Jake es  un joven descontento con el trabajo en la granja de su padre, por esa razón anhela la independencia y le pide un adelanto de su herencia para buscar fortuna en la gran ciudad. Una vez alejado del hogar intentará triunfar en el mundo de los negocios pero sólo encontrará "tiburones" y malas compañías en su camino. Realizada con poco presupuesto y con apariencia de película realizada para televisión, esta historia evangélica de segundas oportunidades soporta muy bien su traslación a la actualidad, porque trata un tema eterno y universal: el amor paterno capaz siempre de perdonar al vástago perdido, sin olvidar lo que supone el arrepentimiento. No entusiasma por su modestia pero es ortodoxa en su contenido. Aunque se estrena en España dos años después de su estreno en América, esta parábola de la misericordia es muy oportuna en este año. Para: Los que les gusten las historias bíblicas Juana Samanes