Historia del Kennedy más cobarde, el promotor de Obama

El 18 de julio de 1969, y tras una reunión más de placer que de trabajo con algunos de sus principales colaboradores, el coche del entonces senador Edward Kennedy se salió de la carretera y cayó al agua. La muchacha que le acompañaba, una joven secretaria llamada Mary Jo Kopechne, se ahogó mientras que él pudo salvarse en unas circunstancias nunca demasiado aclaradas. A partir de aquí, su carrera política sufrió un duro revés.

El título original de la película, Chappaquiddick, recuerda el islote de Massachusset donde sucedió el incidente que cambió la vida del cuarto hijo varón de la familia Kennedy, que era la gran esperanza del Partido Demócrata, tras la muerte, siempre en circunstancias trágicas, de sus tres hermanos mayores.

Una frase de la película refleja el complejo de inferioridad que tenía Edward Kennedy (Ted) y el fuerte ascendiente que el patriarca de la familia tenía sobre sus vástagos: ¿Qué me queda a mí, si Joseph era tu favorito, John el que poseía carisma y Bob el inteligente? Pero que nadie se llame a error, puesto que la mirada que lanza el director John Curran sobre Ted no es nada complaciente, muy al contrario, lo describe con más sombras que luces, un hombre inseguro, pero también cobarde e interesado, que no dudó en sacrificar a gente cercana con tal de cumplir sus expectativas. También es un fabuloso estudio, extrapolable a la actualidad, sobre las maniobras de los equipos de asesores políticos, algunas en el límite de la legalidad y, sobre todo, totalmente amorales.

Los acontecimientos están narrados con verosimilitud, de forma muy clásica, y van ganando en interés a medida que avanza la trama.

Aunque, interesadamente, no suele mencionarse a Ted Kennedy se le considera el mentor político del expresidente Barak Obama.

Para: los interesados en tramas políticas y en la Historia de Estados Unidos