Arturo Maravilla es un joven empresario del mundo del espectáculo que pasa malos momentos profesionales. Hasta que, por chirimbola, tiene que hacerse cargo de los hijos adoptivos de un tío fallecido, que le cambian la vida y le devuelven la magia que su padre le había transmitido. Se trata de una amable y optimista comedia familiar, que tiene como protagonista a un auténtico perdedor,

Alessandro Siani es el responsable del guión y la dirección de esta producción italiana que  nos hace regresar a nuestra infancia, a todos los que ya peinamos canas, por una anécdota, Joel, el niño mágico, hace  telequinesia moviendo la nariz, algo que nos recuerda a la célebre bruja Samantha de la serie televisiva sesentera “Embrujada”.

La película también hace alusión, aunque sea de forma tangencial, al tema de la adopción y las sorpresas que depara, aunque lo cierto es que la paternidad y maternidad siempre comportan aventura en la educación de los vástagos, porque cada ser humano es único. El niño Leone Riva está encantador interpretando a Joel, un niño que dejó de hablar cuando murió su madre.

Por tanto, agradable propuesta para todos los públicos que, sin despertar pasiones por su originalidad argumental, si que sirve para pasar un buen rato y provocar la sonrisa.

Para: los que les gusten las comedias familiares amables, sin caer en la noñería.