Tomando como base un  best seller de Robert Moore, uno de los creadores del movimiento cinematográfico Dogma 95, Thomas Vinterberg, dirige con pericia este film que recuerda unos acontecimientos reales que sobrecogieron a la opinión internacional: el hundimiento, en el año 2000, de un submarino nuclear ruso y el intento de rescate de sus supervivientes, que se encontraban encerrados en la nave a una gran profundidad marina.

La película se toma libertades argumentales para deslizarse mejor y ficciona la dramática estancia de los marineros en la nave hundida, mientras se les acababa el oxígeno. Está muy bien abordado cómo reaccionaron las familias, primero con esperanza y luego con desconfianza ante sus autoridades. Hay algunas escenas realmente emotivas y otras que demuestran el talante heroico de unos hombres a quienes les tocó afrontar una prueba durísima.

Se trata de una coproducción europea en la que no ha participado Rusia, algo lógico si tenemos en cuenta que la imagen que se ofrece de los altos mandos de ese país no es demasiado positiva, dado que se negaron a recurrir a la ayuda internacional en los primeros momentos.

Para: los que les gusten las películas inspiradas en hechos reales