Inspirada en hechos reales, esta agradable comedia romántica alemana tiene como personaje principal a un joven al que sus graves problemas de visión no detendrán en su objetivo de convertirse en un trabajador cualificado en el ramo de la hostelería. Su minusvalía tampoco le frenará cuando quiere conquistar a la que cree es la mujer de su vida: una atractiva granjera. La publicidad de la película es lo de lo más expresiva: "Nunca pierdas de vista tus sueños" y, durante hora y media, sonreímos con las argucias que inventa el protagonista para solventar su minusvalía incluso en el campo amoroso, un héroe que resulta muy empático, bien interpretado por Kostja Ullmann. Lo cierto es que todo el reparto actúa bien gracias a la buena dirección de Marc Rothemund, conocido fuera de su país por el excelente drama Sophie Scholl (sobre el movimiento La Rosa Blanca). Si les gustan las películas de buenos sentimientos acertarán con esta propuesta alemana que es bonita pero nunca cae en la cursilería. Como mensaje de fondo la importancia de la familia, y de los amigos, para superar cualquier dificultad. Para: Los que les agraden las comedias de contenido inequívocamente positivo Juana Samanes