El género de la ciencia ficción tiene un filón con el asunto de la  inteligencia artificial. El último en llegar es Chappie, un humanizado robot de combate.

La violencia reina en la ciudad de Johannesburgo lo que ha dado lugar, para evitar el crimen, a que las calles sean patrulladas por una fuerza policial respaldada por un gran número de androides con los cuales no se puede ni negociar ni razonar. Pero el creador de estos robots, un joven ingeniero, decide dar un paso más y "crea" el primer androide capaz de sentir y pensar que, por diversos avatares, tras ser secuestrado y reprogramado recibirá el nombre de Chappie…

El sudafricano Neil Blokamp repite uno de los temas presentes en el clásico Blade Runner: ese robot "humanizado" tiene conciencia y se hace preguntas existenciales sobre su propia creación y destino. O como se repetía en la película de Ridley Scott, estos seres mecánicos son "más humanos que los humanos". Pero, sin despreciar el esfuerzo por abordar asuntos trascendentes, Chappie, al ser un producto de cine comercial, corre el riesgo de caer en el ridículo, en algunos momentos, por la forma casi pueril sobre cómo resuelve la transmisión  de la consciencia individual.

Más logrado que esos asuntos "serios" está el apartado visual de la película. El personaje protagonista de Chappie está protagonizado por el actor Sharlto Copley  a quien, tras su actuación y mediante captura de movimiento, convirtieron en un robot los creativos de  Image Engine en el proceso de postproducción. A este actor hay que sumar en el reparto a Dev Patel (Slumdog Millionaire), Hugh Jackman, que parece se divierte encarnando a un malvado, y la veterana Sigourney Weaver, como la jefa de la empresa de ingeniería.

Ustedes decidirán qué aspecto de la película les puede interesar más.

Para: Los que les atraigan las películas que abordan la inteligencia artificial