Los directores de la positiva Intocable, Olivier Nakache y Éric Tolédano, que se ha convertido en una de las películas más taquilleras de los últimos años, son los responsables de esta graciosa comedia francesa sobre la organización de una boda. Ligera y divertida, lo que la convierte en apta para todo tipo de paladares, describe el trabajo de un veterano wedding planner (planificador de bodas) que debe lidiar con todo tipo de elementos para el éxito final. Este individuo se llama Max y ahora se enfrenta  a una boda de lujo en un castillo del S. XVII. Todo depende de él: camareros, menú, decoración floral, orquesta, fotógrafo y, por supuesto, que los protagonistas, los novios, queden contentos… C'est la vie describe con ingenio las historias y rencillas de todos aquellos que trabajan en la sombra de un evento de estas características, ya que hablamos de un reparto coral. El gran acierto es que lo narra  con un humor blanco donde se respira un mensaje optimista porque se observa con benevolencia los errores de cualquier persona. Hay simpatía, humor, romanticismo, nostalgia, ofrecido a través de gags sencillos pero graciosos donde todos los personajes tienen su momento de gloria. Al veterano actor Jean-Pierre Bacri, le secundan en papeles realmente cómicos Gilles Lellouche como el dj y hombre orquesta, Jean Paul Rouve como el fotógrafo "tragón" al que no se le escapa un canapé, pero también demuestra su vis cómica en un papel pequeño, el comediante Alban Ivanov, que interpreta a un camarero, Samy, que es un desastre y que la "lia" allí donde pasa. Con un diseño de producción impecable, que tuvo como escenario las instalaciones  del castillo de Courances, cerca de Fontainebleau, es una opción amable para soltar unas carcajadas. Para: Los que les gusten las comedias simpáticas y de humor elegante Juana Samanes