Impresionante documental dirigido por Joaquín Gutiérrez Acha (que también es guionista y responsable de fotografía) que vuelve a demostrar que es el primer espada en nuestro país en este formato (también son obra suya Las montañas del lobo y Guadalquivir). Es el resultado de un ingente trabajo de 26 meses. La naturaleza de Castilla-León, Asturias y Cantabria es la verdadera protagonista de este impresionante y divulgativo documental que quiere dar a conocer un territorio salvaje de la península ibérica como es la Cordillera Cantábrica. La manera de realizarlo es narrándolo a través de los cambios que se producen en las cuatro estaciones del año y mostrando increíbles imágenes de las diferentes especies animales que pueblan esa zona: el oso pardo, el lobo, el gato montés, el urogallo, los salmones, las víboras etc… Utilizando medios de rodaje muy avanzados con cámaras de ultra alta definición y alta velocidad que permiten trabajar a más de 1.500 fotogramas por segundo, ha conseguido  ralentizar movimientos inapreciables para el ser humano. Sin olvidar la utilización de medios aéreos que muestran planos cenitales de los bosques y de los animales. Así ha conseguido rodar secuencias pocas veces vistas en el cine: como el alumbramiento de unas crías de víbora, el salto de un salmón en el río para llegar a la zona de desove o el engaño de una larva de mariposa a hormigas obreras. Dos mínimas pegas a esta filmación extraordinaria: se echan de menos más imágenes del oso pardo macho y la forma de alimentar y defender a su familia (se preocupa más de mostrar el cuidado de la hembra de los oseznos), dado que el subtítulo de la película es precisamente Los dominios del oso pardo y, quizás, para un espectador extranjero hay pocas referencias geográficas sobre  dónde se encuentra la Cordillera Cantábrica. Para: Imprescindible para quienes les gusten los buenos documentales Juana Samanes