En pleno invierno, Christine, una indigente que vive en la calle se topa con un niño africano al que intenta ayudar a buscar a su madre.

El hasta ahora documentalista Claus Drexel afirma que la historia que narra en Bajo las estrellas de Paris surgió por su deseo de mostrar la vida cotidiana y entender a los sintecho con los que se cruzaba en la calle. Tanto es así que primero rodó un documental sobre el tema (Al borde del mundo, 2013) y años más tarde ha filmado esta película de ficción pero inspirada en personajes reales a quienes dedica la película. El resultado es un emotivo drama sobre el cariño que se forja entre esa indigente y el niño africano,

Esa relación le sirve a Drexel  para denunciar las insalubres condiciones en las que malviven muchos inmigrantes en las grandes urbes europeas, aunque no elude caer en el buenismo en algún momento: la mayoría de los africanos que aparecen en la película son solidarios a pesar de la situación ilegal en el país, mientras impregna de xenofobia a los franceses: policías o el empleado de limpieza que ha prestado un lugar para dormir a Christine etc…

La película deja a la imaginación del espectador las razones que llevaron a la protagonista a terminar en la calle, aislándose y escondiéndose de todos aquellos que la trataron o conocieron en el pasado.

Excelentes las actuaciones de la pareja protagonista: la experimentada actriz Catherine Frot, que se ha empapado de los vagabundos que interpretaba Chaplin para este trabajo, y el joven debutante Mahamadou Yaffa.

Para: los que tengan curiosidad por contemplar una película sobre los sintecho, aunque sea ficcionada.