Nueva traslación al cine del hombre que hablaba con los animales o, si lo prefieren, del clásico de la literatura infantil imaginado por Hugh John Lofting, hace casi 100 años.

Para algunos admiradores lo mejor del actor Robert Downey Jr. es su facilidad para encarar con verosimilitud personajes estrafalarios inculcándoles cierto sentido del humor. De ahí que él, mejor que nadie, para interpretar al Doctor Dolittle. Como es habitual en los relatos populares, este personaje ha conocido anteriores versiones en la gran pantalla, la más afortunada la del año 1967: El extravagante doctor Dolittle, encarnado por el gran actor Rex Harrison, un título que encandiló a miles de niños de aquellos años, entre ellos al director Stephen Gaghan, quien ha querido que sus propios hijos (tiene cuatro) tuvieran una experiencia similar a la suya con este personaje.

Desde la muerte de su amada esposa Lily, acaecida siete años atrás, el excéntrico veterinario Dr. John Dolittle, vive aislado, en la Inglaterra victoriana, tras los altos muros de su mansión con la sola compañía de sus animales exóticos. Una enfermedad, que afecta a la reina, le hará abandonar su retiro de oro, a la búsqueda de una cura que le hará embarcarse en una aventura que le llevará a exóticos lugares.

aceptable propuesta de cine familiar,  no demasiado cómica, este largometraje se beneficia de la complicidad de dos personajes de la trama: el propio Dolittle y su joven aprendiz, un chaval llamado Subbins que ha huido de su casa porque ama a los animales y sus parientes son crueles cazadores. Con Dolittle establecerá una relación preciosa, ya que son almas afines, y tienen las mismas prioridades vitales, al mismo tiempo que ambos se consolarán mutuamente de su soledad. Gaghan, director y coguionista de la película, la ha descrito muy bien: se trata de “una historia sobre el valor de hacerse escuchar” y sobre segundas oportunidades.

 De ritmo irregular, la película cuenta con un arranque vistoso y prometedor, sensación que se diluye a mitad del desarrollo, durante los acontecimientos que tienen lugar en la isla, que son bastante simplones y forzados en sus secuencias de acción y en la descripción de los malvados de turno. Lo más simpático es lo obvio de esta película: la descripción de la personalidad y el aspecto que se les ha otorgado a los compañeros animales de Dolittle, en esta última faceta hay que destacar el trabajo de los supervisores de efectos visuales Nicolas Aithadi y John Dykstra. Su pericia para simular criaturas reales y no generadas por ordenador, se redondea con el extraordinario elenco de los dobladores, todos ellos actores de primera fila como Emma Thompson, Olivia Spencer, Rami Malek, Tom Holland , Selena Gómez, Marion Cotillard y un largo etcétera.

Para: los que les agrade el personaje del Doctor Dolittle y quieran ir al cine con los pequeños de la casa.