Basada en la novela de ficción histórica del escritor canadiense Dale Eisler, el relato está inspirado en hechos reales, en las vivencias de su abuela materna. La acción transcurre en Ucrania, en el año 1919, en plena Revolución rusa, y describe minuciosamente lo que sufrieron los habitantes de origen alemán que vivían en esas tierras. Lo hace a través de la vida cotidiana de dos niños, uno cristiano y otro judío, cuya amistad logra sobrevivir por encima de los prejuicios, el resentimiento y el paso del tiempo, algo que no impide que sean víctimas de las atrocidades del conflicto entre Ucrania y Rusia, cuyas diferencias perduran hasta nuestros días.

La película es hermosa, a pesar de la violencia de algunas imágenes (en las que nunca se recrea), porque contrasta la inocente amistad de dos niños con la crueldad de la ideología. Se trata de la obra póstuma del director, guionista y productor georgiano Zaza Urushadze, director de la aplaudida Mandarinas, nominada al Oscar a la mejor película extranjera y al Globo de Oro a la mejor película en lengua no inglesa , en el año 2014. 

En la Historia del cine hay multitud de películas que relatan acontecimientos a través de los ojos de un niño pero, como es bien sabido, si bien las barbaridades cometidas por el Nazismo han sido denunciadas repetidamente, las realizadas por el Comunismo han pasado “de puntillas”, de ahí el interés de esta dura pero preciosa película que recuerda  un periodo desconocido donde la divergencia entre los bolcheviques y las gentes que habitaban Ucrania provocaron una tragedia que se saldó con la muerte de miles de seres humanos, que provocó un éxodo a otros países, y supuso un desgarro emocional abandonar el que ya consideraban su hogar. El film hace hincapié como, antes de la Revolución rusa, en esos pueblos de Ucrania, convivían en paz gentes de diferentes religiones, etnias e, incluso ideas políticas.   

De estilo académico en su narración, para dar más autenticidad a los hechos se rodó en alemán y ruso, en un pequeño pueblo a las orillas del Mar Negro.  

El estreno en las salas de cine de nuestro país rinde, de alguna manera, homenaje a Urushadze, fallecido prematuramente el  7 de Diciembre del 2019.

Para: los que les interesen los buenos dramas de denuncia.