Thriller de acción de ritmo trepidante que supone la primera adaptación al cine de las novelas de Vince Flynn, un escritor estadounidense de best seller, que imaginó como protagonista de sus relatos a un agente de la CIA llamado Mitch Rapp. El director es Michael Cuesta, conocido por la serie Homeland. Tras un brutal atentado terrorista, donde Mitch Rapp pierde a su novia, éste se convierte en un joven recluta de operaciones encubiertas de la CIA bajo la instrucción del veterano de la Guerra Fría, Stan Hurley. Ambos son requeridos por la Directora Adjunta de ese cuerpo, para investigar una ola de ataques aparentemente aleatorios a objetivos militares y civiles. Pronto descubrirán que el entramado es más complicado y letal de lo que parecía. Argumentalmente esta película no depara demasiadas sorpresas (la venganza es un recurso usual en este tipo de producciones) pero acaba de resultar empático, en la actualidad, debido a la tensión que se vive en la calle por el grave asunto del terrorismo islámico, que busca causar el mayor daño entre víctimas indiscriminadas. Desde el comienzo de la gestación de la novelas sobre Rapp, su creador, Vince Flynn, no ocultó que su héroe pretendía ser el sucesor de Jack Ryan, el personaje creado por Tom Clancy en los años 80, algunas de cuyas novelas fueron llevadas al cine (recuerden, por ejemplo, Juego de patriotas, Peligro inminente o Pánico nuclear).  Pero, si nos ceñimos al argumento, comprobamos que la trama es más sencilla, menos elaborada que las de Clancy, con lo cual su mayor atractivo reside en que es puro entretenimiento. Destaca en el reparto Michael Keaton que se mete en la piel de un duro y frío instructor de ese cuerpo de élite. Para: Los que les agraden los thrillers entretenidos aunque no aporten demasiadas novedades argumentales Juana Samanes