Este largometraje manga debería proyectarse en los colegios porque ofrece una visión llena de sensibilidad sobre las consecuencias del acoso escolar entre menores. Seis años después de haber atormentado a una compañera de clase sorda, Shoya busca la forma de encontrarla y comunicarse con ella para disculparse. Pero, ¿es posible que ya sea demasiado tarde? Fue la ganadora del premio a la mejor película de animación en los Tokyo Anime Award de 2017 y nominada a mejor película en los Premios de la Academia de Cine Japonesa, algo que no sorprende porque este recomendable largometraje de animación aborda el bullying pero, no se queda ahí, porque lanza un mensaje muy esperanzador sobre la posibilidad de cambio, ya que el adolescente que fue maltratador inicia su camino de redención cuando arrepentido busca resarcir el dolor causado. Toda una lección. Retrato perfecto de la sociedad nipona, tiene un ritmo pausado y merece la pena a pesar de su extenso metraje. Para: Los que quieran descubrir cine de animación japonés lleno de valores educativos Juana Samanes