Nuevo acercamiento a ese hecho histórico, que supone la ópera prima de Salvador Calvo, muy conocido por ser realizador de conocidas series televisivas como Alakrana o Motivos personales. En la noche del 4 al 5 de octubre del año 1897, el destacamento español asentado en el poblado de Baler, formado por cincuenta hombres, fue asaltado y tan solo sobrevivieron 13 soldados. Los mandos de Manila decidieron que no había que abandonar esa posición y decidieron enviar a otro grupo de 50 hombres. El responsable del mismo era el capitán Enrique de las Morenas y le acompañaba el teniente Martín Cerezo. Pertrechados en la iglesia, debido a que era el edificio mejor construido, los españoles decidieron luchar hasta el final. Pasadas unas semanas de duro sitio llegó un militar español que les informó que la guerra con Filipinas había terminado pero Martín Cerezo, que había asumido la dirección de los hombres tras la muerte de su capitán, desconfió de esa fuente y decidió seguir peleando frente a las fuerzas tagalas… Con un enfoque más realista y actual que la película estrenada en el año 1945, este filme no sólo relata los hechos acaecidos durante esos once meses de asedio sino que va describiendo la psicología de los implicados y las razones que les hicieron seguir luchando un año después del fin del conflicto. Aunque inspirada en hechos reales, dos de los personajes que tienen más recorrido en la trama son ficticios: Carlos, el soldado que es el narrador de la historia, y el sacerdote adicto al opio (una licencia narrativa sin ninguna base verídica en estos hechos concretos). 1898: Los últimos de Filipinas está bien dirigida, cuenta con unas excelentes interpretaciones y narrativamente está bien contada. No obstante, asombra que, en ningún momento, se perciba un elogio a la gesta llevada a cabo por esos españoles encerrados durante meses en un  pequeño recinto de aire viciado. Para: Los que quieran conocer un episodio asombroso de la Historia de España Juana Samanes