Juan Luis García Alejo lleva en AndBank desde 2015 y desde febrero de este año dirige la gestión de fondos global de la entidad andorrana. Con 25 años de trayectoria profesional, asegura que la pasión por hacerlo bien en el trabajo supera con creces las dificultades que suponen unos mercados broncos y una pléyade de malas noticias económicas y sociales.

Casado y padre de tres hijos, madrileño y madridista, García Alejo se define como liberal “pero, sólo a ratos”, y dice estar preocupado por las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza. Aficionado a placeres sencillos, a la cocina y la gastronomía, disfruta de la bicicleta de montaña y la randonée y asegura que una partida de mus con los amigos “es un placer”.

Interesado por la física y, muy en particular, por la astrofísica, “observar el cielo por la noche me fascina”.

-¿Qué es lo primero que hace cuando se levanta: escucha las noticias, se conecta al ordenador, llama por teléfono....?

Diría que soy una pequeña colección de las rutinas que cualquiera de nosotros pondría encima de la mesa. Nada especial en ese sentido. En cualquier caso, por mis circunstancias personales, el tiempo hasta el trabajo es relativamente largo. Ese es un momento que empleo de forma casi automática para pensar en cómo ha de ser el día y en cómo organizar el trabajo. Un tiempo para ver qué está pasando y cómo abordarlo con la mente fresca.

De todo hay en la viña del Señor…y, precisamente, una parte esencial de nuestro trabajo es entender qué necesita cada cliente

-Desde febrero es director de 'Global Asset Management' y director general de Andbank Wealth Management España y…a la vuelta de la esquina estaba la crisis sanitaria. ¿De dónde ha tirado para aguantar el temporal?

Quien nace interesado por los mercados, nace para vivir profesionalmente los retos que plantea una situación como la de la pandemia y actuar en favor del patrimonio de sus clientes. Las ganas de entender, aportar y solucionar son muy fuertes. Creo que en ese sentido la pasión por hacerlo bien supera con creces las dificultades que suponen unos mercados broncos y una pléyade de malas noticias económicas y sociales. También, la experiencia es un punto. Pero, añadiría que el trabajo en finanzas es un trabajo en equipo y en ese sentido estar rodeado de profesionales de alto rendimiento y nivel ha facilitado mucho el abordaje de la tarea.

Garcia

-¿Qué certezas tiene en este momento?

Mi mayor certeza es que no hay certezas. Hay que estar preparado siempre para lo inesperado. Especialmente, cuando viene cargado de malas noticias. En lo financiero no hay tiempo para bajar la guardia. La complejidad del sistema, donde pequeños cambios en el punto de partida provoca resultados dispares, requiere de un diseño robusto; pero, flexible de tu estrategia. Entender que estamos en un mundo hiperpolarizante (¡perdón por el palabro!), volátil, en el que todo ocurre a una velocidad vertiginosa y en el que estamos creando una nueva realidad económica es la mayor de las certezas que tengo.

-Y…¿cómo se las  transmite al cliente?

Transparencia, claridad, honestidad, sencillez. El cliente viene creciendo en su cultura financiera y económica desde hace años. Es parte de la tarea que nos compete. Y cuando te sientas frente a alguien así, sabes que espera la máxima profesionalidad, que evites conflictos de interés, que actúes en su beneficio. A partir de aquí, también hemos entendido que la velocidad y la cercanía en la transmisión de las ideas es crítico.

-Hablamos de clientes con altos patrimonios que en estas situaciones…¿son más valientes o más conservadores?

De todo hay en la viña del Señor… precisamente una parte esencial de nuestro trabajo es entender qué necesita cada uno. Esa sí es una seña de la banca privada: difícilmente se encuentran dos clientes iguales. En todo caso, sí están dispuestos a asumir un riesgo que para el cliente con patrimonios más modestos no es recomendable: el riesgo de iliquidez. Hay una parte del valor añadido que reside en los proyectos de economía real con períodos de inversión multianuales que ofrecen retornos mayores a cambio de un escalón de riesgo adicional.

-Y…para estas circunstancias, ¿tiene algún libro de cabecera en el que confíe?

Podría señalar libros que considero relevantes para entender el momento actual, libros que me han llevado a cambiar la forma en la que veo algunas cosas: El cisne negro de Taleb, Pensar despacio, pensar deprisa de Kahneman y Meditaciones de Marco Aurelio.

Mi mayor certeza es que no hay certezas. Hay que estar preparado siempre para lo inesperado

-El mercado, ¿se está alejando de todo lo que tiene que ver con el ciclo económico?

La disociación que percibimos es el simple resultado de cómo funcionan las finanzas. No hay ninguna conspiración, ni nada raro o excepcional. Las finanzas tienden a mirar hacia delante; anticipan lo que va a ocurrir. Los mercados financieros viven en el futuro que piensan que va a ocurrir. No viven en el pasado. En ese sentido están poniendo en precio el valor de las garantías y ayudas que bancos centrales, gobiernos y organismos supranacionales están poniendo encima de la mesa. También la posibilidad de una vacuna y una recuperación que nos aleja de los peores momentos.

-¿Cómo se diseñan las carteras con la que está cayendo y la incertidumbre a largo plazo?

Han de ser carteras diversificadas, cuestión que, siendo una obviedad, la gente tiende a olvidar cuando las cosas van bien. Han de ser carteras en las que el objetivo de largo plazo no ha de quedar comprometido por las sensaciones, fobias, filias o modas. Cuando las cosas van mal hay que actuar con determinación y aporvechar las dislocaciones de precios y oportunidades. Y cuando las cosas van excepcionalmente bien hay que protegerse de los eventos de riesgo. La vida y la economía tienen una cosa en común salvando, por supuesto, las distancias: aprovechan cualquier rendija para recuperarse. Los pesimistas sistemáticos aciertan una vez cada cinco años, el resto del tiempo pierden oportunidades.

-¿Alcista o bajista para cerrar el año?

Tendremos que lidiar a corto plazo con evento de consecuencias aún no claras como es el resultado de las elecciones en EE.UU.. También con el Brexit y una temporada de resultados en el que los inversores van a ser más exigentes que el pasado trimestre. Pero, con la información de que disponemos, 2021 será económicamente un año de recuperación. Especialmente, si doblegamos la pandemia.

-Un lugar para relajarse es….

La bicicleta de montaña. Me gusta el MTB y disfruto los tiempos de desconexión durante las rutas por el campo.

'El cisne negro' de Taleb, 'Pensar despacio, pensar deprisa' de Kahneman y 'Meditaciones' de Marco Aurelio son mis libros de cabecera

-Un competidor al que no pierde vista es…

El que hace las cosas mejor que yo; aquél de quien puedes aprender siempre es alguien a quien mirar.

Juan

-Qué tiene que decir al lector sobre la gama de fondos de inversión Sigma Investment House de Luxemburgo?

Los productos que ponemos a disposición de los clientes han de competir en condiciones de igualdad frente a los fondos de grandes casas. En este sentido, le puedo decir que los profesionales que hay detrás de la gestión son personas experimentadas, dedicadas y que entienden los riesgos de su profesión. La gama es amplia y permite elegir de entre múltiples soluciones.

-Con la experiencia que le dan 25 años de profesión a sus espaldas, ¿por dónde piensa van a venir los tiros de aquí a unos meses?

Los retos que afrontamos y que están transformando la industria pienso que viene de la integración de los criterios extrafinancieros (ESG) en las decisiones de clientes y gestores. Me parece que es un tsunami imparable impulsado por los reguladores y clientes. Una tendencia que no me parece una moda y que supone un salto cualitativo inmenso para la transformación de algunos de los riesgos que están causando un daño severo a la sociedad en la que vivimos. También el reto de la disrupción tecnológica. La revolución industrial 4.0 que vivimos está transformando los modelos de negocio a velocidad de vértigo. Y en último término la complejidad del mercado y la extraordinaria competencia que existe.

-Por cierto, ¿Madrid o Barça?

Provengo de una familia de larga tradición madridista; pero, que sabe reconocer en los rivales también sus méritos.

Y por último, ¿qué es lo que suele hacer antes de dormir?

Leo. Aprovecho esos momento del final del día para relajar la mente y seguir aprendiendo cosas.