• Maquina con alojamos semánticos, 'analizan' las páginas WEB y las catalogan según criterios políticamente correctos.
  • Por ejemplo, si mencionas la palabra negro eres un racista.
  • Y si no hablas de 'ciudadanos y ciudadanas', eres un machista.
  • Naturalmente, no hablas de los dos únicos sexos existentes... eres un homófobo.
  • En cualquiera de los tres casos, debes ser perseguido en nombre de la tolerancia.
  • Y aprovechando su cuasi monopolio mundial en redes te amenazan con retirarte de la Facebook.
  • Es decir, que dejas de existir. Al menos, eso es lo que ellos quisieran.
Marc Zuckerberg (en la imagen), nuestro más reconocido filántropo, ha regresado al orwellliano 1984. Desde hace meses, sus máquinas se dedican a analizar todo lo que se crea en Internet, cualquier página, con algoritmo de seminarios. Hablar de que una máquina que puede hacer algoritmos es lógico, porque pedía interpretar el significado de los términos y en su contexto es imposible, porque la maquina es idiota. Pero eso nunca ha preocupado a Marc, que es un tipo moderno. El caso es que Facebook introduce en las máquinas 'analistas', con criterios políticamente correctos, es decir, criterios tipo Nuevo Orden Mundial (NOM), naturalmente progresista y un pelón masones. Como si lo hiciera en la ONU. Por ejemplo, si mencionas la palabra negro eres un racista. Y si no hablas de 'ciudadanos y ciudadanas', eres un machista. Naturalmente, si no hablas de los dos únicos sexos existentes... eres un homófobo. En cualquiera de los tres casos, debes ser perseguido en nombre de la tolerancia. Es una policía del pensamiento que, al final, te dicen cosas tales como esta. "Hemos percibido algunos comportamientos sexistas o xenóxofos en su comportamiento. Les animamos a corregir estos comportamientos o procederemos a bloquear sus cuentas, además de exponerles a la legislación vigente en su país". Es decir, no sólo te amenaza con desaparecer. También te amenaza con llevarte a los tribunales. Es lo que tiene la tolerancia: está bien aconsejar al prójimo a hacer lo que tú quieres, pero resulta mucho más práctico obligarles. Eulogio López eulogio@hispanidad.com