Vean el siguiente vídeo, de menos de cuatro minutos, de Matteo Salvini, el demonio en persona, aquel con el que Carmen Clavo suplica no comparen porque le duelen las entretelas; el símbolo de la caverna y la reacción, el objeto de la ira de 'Lolito' Macron.  

Pues servidor firma todo lo que ha dicho en esos escasos cuatro minutos. Si Salvini es fascista me apunto al fascismo. 

Aún cuando discrepo de sus 'poses' antimigración también en esta materia anda cargado de razón: el hombre no debe perder sus raíces, la migración es mala

Sinceramente, al principio pensé que lo era. Yo también fui víctima de la propaganda progre al efecto. Ahora, quizá tarde, lo sé, me doy cuenta de por qué le han echado: le han echado, aprovechando un órdago suyo, ciertamente, porque sus principios son cristianos. Y el cristianismo es hoy lo único políticamente incorrecto.

Y los populistas del M5S han cambiado, miren por donde, la derecha de la Liga Norte por la izquierda neocomunista y, como siempre en Italia, bastante masónica y cristófoba, del Partido Democrático. 

Salvini no será muy pío, él mismo lo reconoce, pero sus principios son claramente cristianos... incluso los referidos a la migración.

La multiculturalidad no es otra cosa que la máscara actual del viejo sincretismo: ¡Un horror!

Es verdad que discrepo de sus poses antimigratorias. A fin de cuentas, es italiano. Quiero decir que, si, a pesar de los pesares, alguien se muere a tu puerta, tienes que ayudarle. Ciertamente, dejando claro que no aceptarás más porque hay que ayudar a los países pobres en origen, pero tienes que tenderle la mano. 

Ahora bien, en materia de migración, que es mala de suyo, Salvini tiene toda la razón y Open Arms, Médicos sin Fronteras y otras ONG, a las que siempre les sobre la 'n', son los que contribuyen a que se pudra el asunto, con su repugnante solidaridad televisada.

Otra conclusión, los populistas (M5S) no son ni de izquierdas ni de derechas: son de lo que toque, si con ello se toca poder

Salvini está exponiendo exactamente lo mismo que el cardenal Sarah y que, modestamente, este diario: la migración, en sí misma, es malísima: aparta a un hombre de sus raíces y desertiza a un país de aquellos que debían ser la vanguardia de su progreso. 

Y por cierto, la multiculturalidad es otra 'grossen chorradem', supone el renacimiento del sincretismo, un mal que periódicamente acecha a la humanidad al grito de "si un principio, o un credo, vale lo mismo que otro es que ninguno vale nada".

La izquierda y la derecha son enemigos circunstanciales, pero ambos afrontan un enemigo común y sustancial: el cristianismo

El órdago de Salvini ha sido aprovechado por la masonería, siempre tan poderosa en Italia, para expulsar a quien le estaba expulsando. No es un secreto que el Nuevo Orden Mundial (NOM) la tendencia masónica del momento, tiene como principal arma a la ideología de género y el lavado de cerebro a los niños desde la infancia. Salvini habla claro contra ello. Por ejemplo, no lo hace en España ningún político del Partido Popular, todo lo contrario. En definitiva, Salvini es políticamente incorrecto, Cometió el error de lanzar un órdago y entonces han aprovechado para llegar a un nuevo compromiso histórico: los neocomunistas y los populistas. Porque a ver si nos lo metemos en la cabeza: la izquierda y la derecha son enemigos circunstanciales, pero ambos afrontan un enemigo común y sustancial: el cristianismo.