Se ha hablado mucho de la Cumbre del G-7. Donald Trump es el malo, el resto del grupo son los buenos. Pero miren por donde, fue Donald Trump el único de los grandes (desde luego no lo hicieron ni la alemana Merkel ni el francés Emmanuel Macron ni el hortera de Trudeau) que se atrevió a poner sobre la mesa la mayor tragedia de nuestro tiempo: el aborto. 

Lo explica Friday Fax y sorprende que la campaña anti-Trump ni tan siquiera dedique una línea al asunto.