Circula por las redes este montaje sobre inmigración. Lo que dice es cierto por lo que molesta que la progresía hable de racismo, en plena fiebre de pateras.

Y también es cierto que España no se hace respetar por Marruecos, como lo es que la lucha contra las mafias no tiene nada de xenofobia. Y también es cierto que la demagogia de Pablo Iglesias y los podemitas no ayuda. 

El pasado martes, el vicepresidente segundo del Gobierno. Pablo Iglesias, aseguró que "el único delito" que han cometido inmigrantes ilegales es emigrar para buscar un medio de vida. Mentira, los ilegales son delincuentes porque han entrado en otro país, contraviniendo las leyes de frontera. Sí, son delincuentes. ¿Hay que ayudarles? Sí, pero son delincuentes.

Sí, es cierto que la postura cristiana ante el inmigrante es la de acogida. Como lo es que la política 'normal' es la de fronteras abiertas y libre tránsito. Ahora bien, la subvención provoca anormalidad. Sí, ese alabado Estado del Bienestar es el que provoca injusticias con quien lo financia: el español. 

Y, en cualquier caso, al inmigrante, en la medida de lo posible, hay que acogerle... pero también exigirle que respete al país que le acoge. Si no, largo.  

Y sí, hay que ayudar en origen, porque la emigración no es algo bueno: es malísimo: emigra quien huye de la muerte y/o la miseria. Además, emigran los elementos más productivos de una sociedad.